El presidente chino Xi Jinping abogó por la continuidad y defendió sus políticas con un tono triunfal en el discurso de apertura del Congreso del Partido Comunista, que debe otorgarle un tercer mandato.
Ante los casi 2.300 delegados del partido reunidos en Pekín, el dirigente de 69 años habló este martes (18.10.2022) durante más de hora y media sobre su gestión de los últimos cinco años y trazó la hoja de ruta para los cinco siguientes.
Xi evocó un «momento crítico» en la historia del país, donde la política cero covid mina la actividad económica, pero, sobre todo, proyectó la imagen de una China fuerte e innovadora, determinada a no cambiar de rumbo en el corto plazo.
El discurso «apuntaba sin ninguna ambigüedad a la continuidad», dijo en Twitter Joseph Torigian, del departamento internacional de la Universidad Americana de Washington.
«Este congreso, aunque histórico, no significa en absoluto nuevas orientaciones políticas», añadió.
Desde su llegada al poder en 2012, Xi Jinping concentró cada vez más poder, en parte gracias a una campaña anticorrupción que le permitió desprenderse de rivales, y apostó por una imagen de firmeza en la política internacional.
Esto aumentó las fricciones con las potencias occidentales, especialmente con Estados Unidos, por la rivalidad comercial, pero también por las críticas de varios países a la política de Pekín hacia Taiwán, Hong Kong o Xinjiang.
El discurso del domingo de Xi Jinping tuvo «un tono general impregnado de triunfalismo», dijo el académico Hong Zhang, del Centro Ash adjunto a la Harvard Kennedy School de Estados Unidos, citado por la agencia AFP.
Aunque Xi se mostró confiado en la economía del país, esta no está exenta de problemas. En un contexto de ralentización por las restricciones sanitarias y la crisis inmobiliaria, China sorprendió el lunes al aplazar sine die la publicación de las cifras de crecimiento del tercer trimestre previstas este martes.
Otro eje importante de su discurso fue la seguridad. «La palabra seguridad fue pronunciada en varias ocasiones, considerando las tensiones geopolíticas crecientes que tiene repercusiones en la alimentación, la energía, las cadenas de suministro», escriben los analistas del banco HSBC, Jing Liu y Erin Xiu.
Los analistas de China Media Project hicieron el cálculo: en 2012, el entonces presidente Hu Jintao empleó el término «seguridad nacional» en cuatro ocasiones; el domingo, Xi lo usó 27 veces. Para el Partido Comunista, un elemento central de esta seguridad es la cuestión de Taiwán, esta vez con «una mayor advertencia hacia los extranjeros de no implicarse», observa Bonnie Glaser, directora del programa Asia del Fund German Marshall.
Fuente: DW