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Borrell alerta de una «calamidad alimentaria global» si no se aumenta «la presión sobre Rusia»

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El Alto Representante de la UE emplaza a Naciones Unidas a tomar medidas para lograr la normalización de las exportaciones de cereal desde Ucrania.

La crisis alimentaria en todo el planeta puede ser una realidad en las próximas fechas. Las advertencias no paran de llegar desde distintos gobiernos e instituciones, que consideran prioritario normalizar las exportaciones de grano desde Ucrania para evitar una catástrofe. Una alarma que se explica con los cuatro meses de invasión rusa en territorio ucraniano. Ahora, desde la Unión Europea empiezan a elevar el tono ante lo que definen como una posible «calamidad alimentaria global». Y aseguran que la única solución es «detener la guerra y sacar a las tropas rusas de Ucrania».

Este aviso para acelerar los trabajos sobre el cereal que viene de Ucrania lo ha lanzado el Alto Representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell. Este ha mostrado su preocupación por una circunstancia que lleva semanas marcando la agenda. Por lo que han instado a aumentar la presión sobre Rusia desde todo el mundo para dar la vuelta a la situación. Una postura que llega semanas después de que Bruselas empezara a buscar vías para desbloquear la llegada de materias primas.

Para ello, Borrell ha anunciado que en Europa están «listos» para trabajar junto a Naciones Unidas y otros socios para intentar solucionar el problema. «Todos aquellos que quieren limitar la crisis alimentaria mundial deberían, sobre todo, ayudarnos a aumentar la presión sobre Rusia para que detenga su guerra de agresión», ha resaltado en su texto, publicado este sábado.

Aunque Borrell ha recordado que los 27 no han impuesto sanciones al Kremlin en cuestiones relacionadas con las materias primas, sí ha recalcado que quieren evitar que estas medidas dificulten todavía más la circulación de los barcos por el mar Negro para transportar el cereal. Lo que sí ha negado en todo momento son las acusaciones de Rusia contra el club comunitario, por las que Vladimir Putin les responsabiliza de esta posible catástrofe.

«Debemos permitir urgentemente que Ucrania exporte sus cereales a través del mar Negro. También vemos una ‘batalla narrativa’ en torno a las exportaciones rusas de cereales y fertilizantes. Si bien nuestras sanciones no se dirigen contra estas exportaciones, estamos listos para trabajar con la ONU y nuestros socios para evitar cualquier impacto no deseado en la seguridad alimentaria mundial», ha escrito Borrell en un artículo publicado en su blog.

Según el veterano político español, Rusia usa su «máquina de propaganda» para asegurar que «somos los responsables de la crisis alimentaria». «No son más que mentiras cínicas, como tantas otras que esta maquinaria lleva esparciendo desde hace muchos años», ha añadido. Algo que, según ha señalado, «fue evidente cuando Rusia bombardeó el segundo silo de cereal más grande de Ucrania en Mikolaiv».

«Ese es el objetivo del apoyo masivo de la UE a Ucrania y de las medidas restrictivas que estamos aplicando con nuestros aliados contra el régimen de Putin. Sin embargo, nunca hemos fijado como objetivos las exportaciones rusas agrícolas y de fertilizantes. Las sanciones de la UE no prohíben que Rusia exporte productos agrícolas, el pago por dichas exportaciones rusas o que se proporcionen semillas, siempre que las personas o entidades sancionadas no estén involucradas», ha explicado Borrell en su artículo.

A esto ha sumado que las medidas restrictivas de los Veintisiete contra Rusia tampoco se aplican fuera del territorio del club comunitario. Por lo que «no crean obligaciones para operadores no pertenecientes a la UE, salvo que el negocio se lleve a cabo, al menos, parcialmente, dentro de la Unión Europea». Una explicación que es la respuesta a lo que considera una «batalla narrativa».

Para finalizar su exposición, Borrell ha revelado que están «en contacto estrecho con la ONU para estudiar cuestiones como la elusión del mercado y el cumplimiento excesivo, que podrían afectar a las compras de fertilizantes o cereales rusos«. «Estamos listos para discutir estos asuntos a través de expertos para identificar obstáculos concretos, incluidas posibles dificultades en los pagos, y trabajar para encontrar soluciones», ha señalado. Aunque no ha especificado si esto supondría una rebaja de las sanciones.

Los líderes se suman a la alarma

De la gravedad de la situación también alertaron esta semana los líderes europeos que visitaron al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en Kiev. Uno de los más contundentes fue el presidente francés, Emmanuel Macron. El jefe de Estado galo pidió «solemnemente» a Moscú «que acepte que la ONU organice la exportación de cereales«. La idea es que el Kremlin dé «todas las garantías de seguridad» a los buques que transiten por el Mar Negro. 

Esta línea es la que siguió el primer ministro italiano, Mario Draghi. El jefe del gobierno italiano recordó que hay que evitar esa catástrofe dada la dependencia del cereal de muchos países. Muchos de ellos, en Oriente Medio y África. «Necesitamos crear corredores seguros con la máxima urgencia para el transporte seguro del grano», aseguró Draghi.

Fuente: El Español

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El Alto Representante de la UE emplaza a Naciones Unidas a tomar medidas para lograr la normalización de las exportaciones de cereal desde Ucrania.

La crisis alimentaria en todo el planeta puede ser una realidad en las próximas fechas. Las advertencias no paran de llegar desde distintos gobiernos e instituciones, que consideran prioritario normalizar las exportaciones de grano desde Ucrania para evitar una catástrofe. Una alarma que se explica con los cuatro meses de invasión rusa en territorio ucraniano. Ahora, desde la Unión Europea empiezan a elevar el tono ante lo que definen como una posible «calamidad alimentaria global». Y aseguran que la única solución es «detener la guerra y sacar a las tropas rusas de Ucrania».

Este aviso para acelerar los trabajos sobre el cereal que viene de Ucrania lo ha lanzado el Alto Representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell. Este ha mostrado su preocupación por una circunstancia que lleva semanas marcando la agenda. Por lo que han instado a aumentar la presión sobre Rusia desde todo el mundo para dar la vuelta a la situación. Una postura que llega semanas después de que Bruselas empezara a buscar vías para desbloquear la llegada de materias primas.

Para ello, Borrell ha anunciado que en Europa están «listos» para trabajar junto a Naciones Unidas y otros socios para intentar solucionar el problema. «Todos aquellos que quieren limitar la crisis alimentaria mundial deberían, sobre todo, ayudarnos a aumentar la presión sobre Rusia para que detenga su guerra de agresión», ha resaltado en su texto, publicado este sábado.

Aunque Borrell ha recordado que los 27 no han impuesto sanciones al Kremlin en cuestiones relacionadas con las materias primas, sí ha recalcado que quieren evitar que estas medidas dificulten todavía más la circulación de los barcos por el mar Negro para transportar el cereal. Lo que sí ha negado en todo momento son las acusaciones de Rusia contra el club comunitario, por las que Vladimir Putin les responsabiliza de esta posible catástrofe.

«Debemos permitir urgentemente que Ucrania exporte sus cereales a través del mar Negro. También vemos una ‘batalla narrativa’ en torno a las exportaciones rusas de cereales y fertilizantes. Si bien nuestras sanciones no se dirigen contra estas exportaciones, estamos listos para trabajar con la ONU y nuestros socios para evitar cualquier impacto no deseado en la seguridad alimentaria mundial», ha escrito Borrell en un artículo publicado en su blog.

Según el veterano político español, Rusia usa su «máquina de propaganda» para asegurar que «somos los responsables de la crisis alimentaria». «No son más que mentiras cínicas, como tantas otras que esta maquinaria lleva esparciendo desde hace muchos años», ha añadido. Algo que, según ha señalado, «fue evidente cuando Rusia bombardeó el segundo silo de cereal más grande de Ucrania en Mikolaiv».

«Ese es el objetivo del apoyo masivo de la UE a Ucrania y de las medidas restrictivas que estamos aplicando con nuestros aliados contra el régimen de Putin. Sin embargo, nunca hemos fijado como objetivos las exportaciones rusas agrícolas y de fertilizantes. Las sanciones de la UE no prohíben que Rusia exporte productos agrícolas, el pago por dichas exportaciones rusas o que se proporcionen semillas, siempre que las personas o entidades sancionadas no estén involucradas», ha explicado Borrell en su artículo.

A esto ha sumado que las medidas restrictivas de los Veintisiete contra Rusia tampoco se aplican fuera del territorio del club comunitario. Por lo que «no crean obligaciones para operadores no pertenecientes a la UE, salvo que el negocio se lleve a cabo, al menos, parcialmente, dentro de la Unión Europea». Una explicación que es la respuesta a lo que considera una «batalla narrativa».

Para finalizar su exposición, Borrell ha revelado que están «en contacto estrecho con la ONU para estudiar cuestiones como la elusión del mercado y el cumplimiento excesivo, que podrían afectar a las compras de fertilizantes o cereales rusos«. «Estamos listos para discutir estos asuntos a través de expertos para identificar obstáculos concretos, incluidas posibles dificultades en los pagos, y trabajar para encontrar soluciones», ha señalado. Aunque no ha especificado si esto supondría una rebaja de las sanciones.

Los líderes se suman a la alarma

De la gravedad de la situación también alertaron esta semana los líderes europeos que visitaron al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en Kiev. Uno de los más contundentes fue el presidente francés, Emmanuel Macron. El jefe de Estado galo pidió «solemnemente» a Moscú «que acepte que la ONU organice la exportación de cereales«. La idea es que el Kremlin dé «todas las garantías de seguridad» a los buques que transiten por el Mar Negro. 

Esta línea es la que siguió el primer ministro italiano, Mario Draghi. El jefe del gobierno italiano recordó que hay que evitar esa catástrofe dada la dependencia del cereal de muchos países. Muchos de ellos, en Oriente Medio y África. «Necesitamos crear corredores seguros con la máxima urgencia para el transporte seguro del grano», aseguró Draghi.

Fuente: El Español

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