La Comisión Europea prevé recaudar 140.000 millones con las nuevas medidas para limitar los beneficios de las empresas energéticas
El dramático contexto en el que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha pronunciado esta mañana en el Parlamento Europeo su discurso anual sobre el estado de la Unión –una guerra abierta en territorio europeo, ha dado tintes épicos a su intervención, seguida con rostro emocionado por la primera dama de Ucrania, Olena Zelenska. «Hoy el valor tiene un nombre, y ese nombre es Ucrania. El valor tiene un rostro, y es el de las mujeres y los hombres ucranianos que resisten frente a la agresión rusa», ha aseverado Von der Leyen, que ha apelado a la opinión pública europea a resistir la prueba a la que la crisis energética provocada por Vladímir Putin está sometiendo a la Unión. Sus propuestas para atajarla, ha anunciado, permitirán a los países de la Unión Europea recaudar hasta 140.000 millones de uros para paliar sus consecuencias sociales y económicas.
«Seamos claros: hay mucho en juego en esta guerra. No solo para Ucrania, sino para toda Europa y para el resto del mundo. (…) No se trata solo de una guerra de Rusia a Ucrania, es una guerra contra nuestra energía, contra nuestra economía, contra nuestros valores y contra nuestro futuro. Es la guerra de la autocracia contra la democracia. Con el valor y la solidaridad necesarios, Putin fracasará y Europa y Ucrania vencerán», ha enfatizado Von der Leyen, vestida, como muchas de sus comisarias, de azul y amarillo, los colores de la bandera nacional ucraniana, en un ambiente de emoción y cauto entusiasmo ante los avances militares registrados en los últimos días por el ejército ucraniano.
«Llegar a fin de mes es fuentes de ansiedad para millones de empresas y hogares», admite Von der Leyen
Inevitablemente, su discurso ha perdido intensidad al entrar en el plano puramente comunitario, cuando Von der Leyen ha explicado las líneas maestras de sus propuestas legislativas para responder a la grave crisis energética que padece Europa y que ha provocado unos niveles de inflación nunca vistos en la zona euro. «Llegar a fin de mes se está convirtiendo en una fuente de ansiedad para millones de empresas y hogares», ha admitido. Entre las medidas de más alcance que plantea Bruselas destacan, además de un plan de ahorro de electricidad con objetivos vinculantes, diferentes medidas para limitar los beneficios de las compañías energéticas, en el caso de las renovables y la nuclear mediante un tope al precio de esta electricidad y, en el caso de la producida a partir de combustibles fósiles, mediante una «contribución solidaria».null
«En estos tiempos no puede ser que algunos obtengan unos beneficios extraordinarios y sin precedentes gracias a la guerra y a costa de los consumidores. En estos momentos, los beneficios deben compartirse y canalizarse hacia quienes más los necesitan. Nuestra propuesta recaudará más de 140.000 millones de euros que permitirán a los Estados miembros amortiguar el golpe de manera directa», ha anunciado Von der Leyen, que ha pedido ayudas específicas para ciertas industrias, «como las fábricas de vidrio que han tenido que apagar sus hornos o para las familias monoparentales que se ven abrumadas ante la sucesión de facturas que tienen que pagar».
Mientras pronunciaba su discurso se ha conocido que Alemania sopesa ayudar a la compañía energética Uniper, asfixiada por el alza del precio del gas, nacionalizándola, una noticia que da ida de las dificultades que atraviesa la industria europea. Von der Leyen ha anunciado una nueva relajación de las normas sobre ayudas de estado para permitir el rescate de empresas en apuros, así como una reforma del pacto de estabilidad y crecimiento que ponga más énfasis en el segundo concepto del enunciado permitiendo a los Estados realizar las inversiones que la economía necesita para superar la actual conjunción de crisis.null
Von der Leyen defiende el impacto de las sanciones: «La industria rusa está en ruinas»
Si el año pasado la presidenta de la Comisión Europea centró su discurso en los logros de la gestión comunitaria de la pandemia del coronavirus («Lo hicimos bien porque lo hicimos a la europea, y funcionó», dijo en una intervención que quiso ser una inyección de confianza a la ciudadanía) en esta ocasión Von der Leyen ha querido resaltar la rapidez y alcance que la respuesta que los Veintisiete han dado a la guerra de Ucrania. «Hace quince años, cuando estalló la crisis financiera, tardamos años en encontrar soluciones duraderas. Una década más tarde, cuando nos golpeó una pandemia mundial, reaccionamos en solo unas semanas. Este año, en cuanto el ejército ruso cruzó la frontera de Ucrania, nuestra respuesta fue unánime, resuelta e inmediata».
Las sanciones económicas, financieras y políticas adoptadas por la Unión Europea en coordinación con Estados Unidos, «las más severas de la historia», están aquí para quedarse y están funcionando. «La producción de automóviles se ha reducido en tres cuartas partes en comparación con el año pasado. La falta de piezas de recambio está obligando a Aeroflot a aparcar sus aviones. A falta de semiconductores, el ejército ruso está extrayendo chips de lavavajillas y neveras para reparar el material militar. La industria rusa está en ruinas», ha asegurado Von der Leyen. «Quiero ser clara: No vamos a levantar las sanciones. Es el momento de mostrar determinación, no políticas de apaciguamiento» frente a Moscú.
Fuente: La Vanguardia