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Shakira: los problemas crecen

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Sigue sin alcanzar un pacto con Gerard Piqué sobre la custodia de sus hijos y la juez ha dictado auto de apertura de juicio oral: la cantante será procesada por seis delitos fiscales

Cuando Shakira jugaba al gato y el ratón con la prensa española en fechas previas a la Navidad de 2010, en modo alguno hubiera previsto un escenario tan agobiante como el que ahora la envuelve. Su morbosa amistad con el defensa del FC Barcelona Gerard Piqué era solo un “waka-rumor” que le habían “waka-adjudicado”, decía jacarandosa en rueda de prensa acudiendo a un juego de palabras con el himno del Mundial de Sudáfrica, del que fue protagonista. 

Decimos “morbosa” porque por entonces Shakira aún no había roto formalmente con Antonio de la Rúa, hijo del expresidente de Argentina. Aquel intenso verano futbolístico de 2010 nos dio el beso en directo de Iker Casillas a Sara Carbonero y plantó la semilla de la relación más mediática que haya vivido Barcelona en décadas. Hoy no quedan sino escombros de cada una de ellas.

Shakira, nueva burbujita Freixenet
Shakira fue imagen de Freixenet en otoño/invierno de 2010. Propias

El horizonte vital de Shakira vislumbra juzgados. Uno de ellos se antoja inexorable: la juez titular del Juzgado de Instrucción Nº 2 de Esplugues de Llobregat acaba de acordar apertura de juicio oral por seis delitos contra la Hacienda Pública en los ejercicios 2012, 2013 y 2014 y que afectan a la declaración del IRPF y el impuesto sobre el patrimonio. No hay medidas cautelares contra ella, esto es, no se le exige que entregue su pasaporte, presentación periódica en el juzgado ni el depósito de una cantidad en fianza. Sin embargo, el asunto es muy serio: si bien la artista devolvió 14,5 millones de euros defraudados a través de una ingeniería de paraísos fiscales, no fue posible alcanzar un acuerdo con la fiscalía de delitos económicos para evitar el juicio y ahora el Ministerio Público le pide ocho años de prisión y multa de 23,8 millones.

Ya ha pagado los 14,5 que debía

Finalmente no fue posible alcanzar un acuerdo con la fiscalía de delitos económicos para evitar el juicio y ahora el Ministerio Público le pide ocho años de prisión y multa de 23,8 millones

Pero este no es el único quebradero de cabeza relacionado con abogados –y en el peor de los casos, jueces y banquillos– que se cierne sobre la artista. La disputa por la guarda y custodia y el futuro inmediato de Milan y Sasha, los hijos que tiene en común con Gerard Piqué, sigue sin resolverse tras un verano aciago de reuniones, propuestas, cambios de guion, custodia alternativa y un enfriamiento glacial de la relación. Por lo que sabemos, hasta el momento poco han cambiado las posturas de una y otro: Shakira pretende llevarse a los niños consigo a Miami, donde retomará su carrera musical, y Piqué se niega: Milan y Sasha deben continuar en el entorno donde están arraigados y el único que han conocido.

Ayer, martes 26 de septiembre, el futbolista y sus abogados, Ramón y Paola Tamborero, estaban citados en el despacho de la parte contraria. El objetivo principal era retomar la negociación en el punto que quedó tras la sonada ‘espantá’ del blaugrana hace doce días, en que abandonó la mesa de reunión en el bufete de su letrado harto de tantas dilaciones.

La custodia de sus hijos

el tira y afloja entre ambas partes ha marcado hoy una fase más y se prolongará el tiempo necesario para evitar lo que ni Shakira ni Piqué desean: verse en un banquillo

Quiso el almanaque que el mismo día conociéramos el auto de apertura de juicio oral contra Shakira, por lo que la congregación de medios ante el despacho de Pilar Mañé, abogada matrimonialista que representa a la cantante, fuera desorbitada. La cita, a la que Shakira no estaba previsto que acudiese, se celebró si bien de modo heterodoxo: Mañé salió del edificio hacia las 13:30 h, se excusó ante la prensa y tomó un taxi para desaparecer en el tráfico barcelonés de hora punta. No regresó hasta bien entrada la tarde y solamente deslizó que la negociación continúa. Efectivamente, el tira y afloja entre ambas partes ha marcado hoy una fase más y se prolongará el tiempo necesario para evitar lo que ni Shakira ni Piqué desean: verse en un banquillo por un asunto tan delicado como la guarda y custodia de sus hijos.

Fuente: La Vanguardia

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Sigue sin alcanzar un pacto con Gerard Piqué sobre la custodia de sus hijos y la juez ha dictado auto de apertura de juicio oral: la cantante será procesada por seis delitos fiscales

Cuando Shakira jugaba al gato y el ratón con la prensa española en fechas previas a la Navidad de 2010, en modo alguno hubiera previsto un escenario tan agobiante como el que ahora la envuelve. Su morbosa amistad con el defensa del FC Barcelona Gerard Piqué era solo un “waka-rumor” que le habían “waka-adjudicado”, decía jacarandosa en rueda de prensa acudiendo a un juego de palabras con el himno del Mundial de Sudáfrica, del que fue protagonista. 

Decimos “morbosa” porque por entonces Shakira aún no había roto formalmente con Antonio de la Rúa, hijo del expresidente de Argentina. Aquel intenso verano futbolístico de 2010 nos dio el beso en directo de Iker Casillas a Sara Carbonero y plantó la semilla de la relación más mediática que haya vivido Barcelona en décadas. Hoy no quedan sino escombros de cada una de ellas.

Shakira, nueva burbujita Freixenet
Shakira fue imagen de Freixenet en otoño/invierno de 2010. Propias

El horizonte vital de Shakira vislumbra juzgados. Uno de ellos se antoja inexorable: la juez titular del Juzgado de Instrucción Nº 2 de Esplugues de Llobregat acaba de acordar apertura de juicio oral por seis delitos contra la Hacienda Pública en los ejercicios 2012, 2013 y 2014 y que afectan a la declaración del IRPF y el impuesto sobre el patrimonio. No hay medidas cautelares contra ella, esto es, no se le exige que entregue su pasaporte, presentación periódica en el juzgado ni el depósito de una cantidad en fianza. Sin embargo, el asunto es muy serio: si bien la artista devolvió 14,5 millones de euros defraudados a través de una ingeniería de paraísos fiscales, no fue posible alcanzar un acuerdo con la fiscalía de delitos económicos para evitar el juicio y ahora el Ministerio Público le pide ocho años de prisión y multa de 23,8 millones.

Ya ha pagado los 14,5 que debía

Finalmente no fue posible alcanzar un acuerdo con la fiscalía de delitos económicos para evitar el juicio y ahora el Ministerio Público le pide ocho años de prisión y multa de 23,8 millones

Pero este no es el único quebradero de cabeza relacionado con abogados –y en el peor de los casos, jueces y banquillos– que se cierne sobre la artista. La disputa por la guarda y custodia y el futuro inmediato de Milan y Sasha, los hijos que tiene en común con Gerard Piqué, sigue sin resolverse tras un verano aciago de reuniones, propuestas, cambios de guion, custodia alternativa y un enfriamiento glacial de la relación. Por lo que sabemos, hasta el momento poco han cambiado las posturas de una y otro: Shakira pretende llevarse a los niños consigo a Miami, donde retomará su carrera musical, y Piqué se niega: Milan y Sasha deben continuar en el entorno donde están arraigados y el único que han conocido.

Ayer, martes 26 de septiembre, el futbolista y sus abogados, Ramón y Paola Tamborero, estaban citados en el despacho de la parte contraria. El objetivo principal era retomar la negociación en el punto que quedó tras la sonada ‘espantá’ del blaugrana hace doce días, en que abandonó la mesa de reunión en el bufete de su letrado harto de tantas dilaciones.

La custodia de sus hijos

el tira y afloja entre ambas partes ha marcado hoy una fase más y se prolongará el tiempo necesario para evitar lo que ni Shakira ni Piqué desean: verse en un banquillo

Quiso el almanaque que el mismo día conociéramos el auto de apertura de juicio oral contra Shakira, por lo que la congregación de medios ante el despacho de Pilar Mañé, abogada matrimonialista que representa a la cantante, fuera desorbitada. La cita, a la que Shakira no estaba previsto que acudiese, se celebró si bien de modo heterodoxo: Mañé salió del edificio hacia las 13:30 h, se excusó ante la prensa y tomó un taxi para desaparecer en el tráfico barcelonés de hora punta. No regresó hasta bien entrada la tarde y solamente deslizó que la negociación continúa. Efectivamente, el tira y afloja entre ambas partes ha marcado hoy una fase más y se prolongará el tiempo necesario para evitar lo que ni Shakira ni Piqué desean: verse en un banquillo por un asunto tan delicado como la guarda y custodia de sus hijos.

Fuente: La Vanguardia

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