El presidente ruso delimita sus zonas marítimas de “interés nacional” en un breve discurso con motivo del Día de la Armada en la ciudad rusa de San Petersburgo
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha marcado este domingo nuevas líneas rojas a Occidente en los mares Negro, Báltico y el Ártico con la aprobación de una nueva doctrina naval y el anuncio de que la Armada rusa recibirá en los próximos meses los nuevos misiles de crucero hipersónicos Tsirkon, que “no tienen análogos en el mundo” y que superan hasta nueve veces la velocidad del sonido con un alcance prácticamente ilimitado. Putin ya anunció en 2018 un programa de rearme con armamento hipersónico.
“Hemos marcado abiertamente las fronteras y zonas de los intereses nacionales de Rusia, tanto económicas como estratégicas, que son vitales”, ha asegurado en un breve discurso con motivo del Día de la Armada en la ciudad rusa de San Petersburgo. “Principalmente, se trata de nuestra zona ártica, las aguas de los mares Negro, de Ojotsk y de Bering, y los estrechos del Báltico y las Kuriles […]. Garantizaremos su defensa de manera firme y por todos los medios”, ha subrayado.MÁS INFORMACIÓN
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“La flota cumple con éxito y honor las misiones estratégicas en las fronteras de nuestro país y en cualquier lugar del océano […]. Se perfecciona constantemente. La zona en la que servirá el buque equipado con los misiles hipersónicos Tsirkon [la fragata Almirante Gorshkov] se determinará dependiendo de los intereses a la hora de garantizar la seguridad de Rusia”, ha resaltado.
La nueva doctrina pone negro sobre blanco la ambición de Moscú de ser una “gran potencia marítima” y señala como principal amenaza a su seguridad tanto “la política estratégica de Estados Unidos de dominar los océanos del mundo” como la expansión de la OTAN cada vez más cerca de las fronteras con Rusia. También marca el Océano Ártico como área de particular importancia. Estados Unidos acusa desde hace años al Kremlin de tratar de militarizar esa zona.
El documento, de 55 páginas, permitirá a Moscú ampliar su potencial naval al agilizar la movilización de los recursos a cargo de la Armada, lo que incluirá los barcos civiles y sus tripulaciones, además del empleo de las infraestructuras marítimas en tiempos de guerra. Rusia tiene cerca de 40.000 kilómetros de costa.
Putin no ha mencionado la guerra en Ucrania durante su breve discurso, pero la nueva doctrina aboga por “un reforzamiento completo de la posición geopolítica de Rusia” en los mares Negro y de Azov. El dirigente ruso también ha conectado pasado y presente al alabar en San Petersburgo a quien la fundó en el siglo XVIII, el zar Pedro el Grande, porque convirtió a Rusia en una gran potencia marítima e incrementó su estatus mundial. “¡Saludos, camaradas! ¡Les felicito por el Día de la Armada!”, dijo Putin a bordo de la lancha, con la que surcó las aguas del Golfo de Finlandia, acompañado por el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú.
En la parada naval del domingo en la antigua capital zarista y en la isla de Kronstadt participaron más de 40 buques, submarinos y lanchas, 42 aviones y más de 3.500 soldados, según el Kremlin. En otros puertos, como en el enclave báltico de Kaliningrado, se celebran actos similares. El acto, al que siguió la ceremonia de la firma de la nueva doctrina naval en la fortaleza de Pedro y Pablo de San Petersburgo, tenía un especial simbolismo porque el Kremlin sufrió el pasado abril su mayor revés de la guerra en Ucrania con el hundimiento del buque insignia de su flota en el mar Negro, el crucero portamisiles Moskvá. Las autoridades ucranias no lo han reconocido abiertamente, pero han sugerido que fueron las responsables del ataque, con ayuda occidental. Desde el inicio de la invasión, el pasado febrero, la flota rusa ha desempeñado un papel activo en los ataques con misiles a territorio ucranio.
Este mismo domingo que Putin firmaba la nueva doctrina militar, Rusia ha acusado a Ucrania de atacar con un dron el cuartel de la Flota rusa del Mar Negro, en Sebastopol, en la península ucrania de Crimea que se anexionó en 2014. Al menos seis personas han resultado heridas, ha explicado Mijaíl Razvozháev, gobernador de Sebastopol, en su canal de la red Telegram. Kiev ha negado inmediatamente cualquier implicación en el incidente. Las autoridades prorrusas ya informaron un día antes de que, por motivos de seguridad, no se celebraría la tradicional parada naval en el puerto de Crimea.
Y en el sur de Ucrania, en la ciudad de Mikolaiv, las autoridades hablan de bombardeos rusos masivos de madrugada, que el gobernador de la región, Vitali Kim, describe como “probablemente los más intensos” en los cinco meses de guerra. En los ataques han muerto dos civiles, identificados por Kim como Oleksiy Vadaturski, fundador y propietario de Nibulon, una de las principales compañíasproductoras y exportadoras de grano, y su esposa.
Vadaturski, de 74 años, poseía una fortuna estimada de 440 millones de euros (450 millones de dólares) en 2020, según ha publicado la BBC citando a Forbes. En 2021 vivió el mejor año de exportaciones de su historia, según señala la web de la compañía. “Su contribución al desarrollo de la industria agrícola y naval, al desarrollo de la región, es incalculable”, ha señalado el gobernador a través de Telegram.
Según han informado los medios ucranios, un misil impactó en su casa durante la noche y, en opinión del asesor de la oficina de la presidencia ucrania Mijaílo Podoliak, “no fue un accidente, sino un asesinato deliberado bien pensado y organizado”. El asesor ha subrayado que Vadaturski era uno de los mayores productores de cereal de Ucrania y una “persona clave” en la región de Mikolaiv.
Fuente: El País