Por Teófilo Quico Tabar
Junto al arzobispo Francisco Ozoria, el obispo Jesús Castro y los destacados profesionales Federico Lalane, Bernardo Vega, Efraím Castillo, Rafael Acevedo, Bienvenido Brito, Frank Valdez, Juan Batlle, Manuel Mora Serrano, que conforman la Comisión Consultivade la Lotería Nacional, elaboramos un plan para la regularización del sector de bancas, que se condensó en un documento que a finales del año pasado le presentaron al presidente Luis Abinader, en una cordial y extendida reunión. Partiendo además de que aumentarían los ingresos del Estado, ayudaría a elevar el nivel de sector y contribuiría con la institucionalidad nacional.
Con la idea de que los banqueros dieran una muestra frente a la sociedad de interés en colaborar, se propuso que fuese el mismo sector que denuncia y admiten irregularidad de miles de bancas quienes ayuden a regularizarse. Que ellos mismos declaren su situación, mediante una declaración jurada. Y a partir de ahí, el mismo Consejo del cual forman parte, establezcan las medidas a seguir y aplicar las sanciones que consideren pertinentes.
De ahí surgió el Decreto de regularización, se creó una Comisión de Seguimiento con la participación del sector de bancas y se dictó la Resolución que estableció la dispensa y los requisitos para el mismo.
Todo iba bien. Reuniones aunque discutidas, cordiales. Poniendo los puntos sobre las íes. Tratando de crear un ambiente de convivencia y respeto como entendemos, entre sectores con intereses creados y encontrados. Buscando consenso en los puntos difíciles. Pero a medidas que fue pasando el tiempo, y ahí están los documentos, empezaron a poner trabas y a poner condiciones para cumplir con lo acordado.
Y resalto eso de poner trabas para cumplir, porque los mismos banqueros sanos y laboriosos, porque que hay muchos, no se dan cuenta de que con esa actitud los empujan a demostrar frente a la sociedad, que se niegan a legalizarse y pagar impuestos. Y los meten a todos en el mismo saco.
Todo el mundo está obligado a pagar sus impuestos. No importa si hace frío o calor. Si está lloviendo o seco. Si es supermercado, tienda, vendedor de vehículos, electrodomésticos o lo que sea. Todos tienen que pagar sin importar si es abril o mayo. Pero un grupo de equivocados o manejados como tontos pretenden colocarlos a todos como irreverentes y al margen de la ley.
Poner condiciones públicamente para el cumplimiento de los tributos porque el Gobierno no les garantiza derechos, es desconocer los deberes y al mismo tiempo condenarse frente a la sociedad. Pero bien. Yo solo he sido el coordinador. Ellos son mayores y al parecer el haber ganado dinero les da patente para hacer lo que quieran. Quisimos ayudarlos decentemente. Con altura y amigablemente, pero rechazan los métodos institucionales.
Los que mueven los hilos buscarán cualquier excusa o subterfugio para mantener la situación y no regularizarse. Ayer una, hoy otra y mañana quien sabe. Una fórmula recomendada por expertos era dar por terminados todos los contratos con debilidades legales y cerrar todos los sorteos hasta que se pongan de acuerdo. Pero le propusimos al Presidente que quiere paz y soluciones, alternativas viables para el bien de todos. Ojalá puedan aplicarlas.