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Polémica por la multa de 7.500 euros a un pastelero por un supuesto anuncio sexista

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La empresa recurrirá la “injusta” sanción impuesta por Treball por una oferta de empleo

Por JOSEP FITA.

A Jaume Junyent le cambió la vida en 2020 cuando su pastelería, Pa Artesà del Vallès, ganó el concurso a mejor xuixo del mundo. Explica que sintió un orgullo muy grande que supuso toda una recompensa a 40 años de trabajo. Estos días, sin embargo, anda un poco más alicaído. Y no es para menos. Su empresa ha sido sancionada por Inspecció de Treball de Catalunya con una multa de 7.500 euros por unos anuncios que, a ojos de la administración, son discriminatorios. “Es muy injusto”, lamenta Junyent.

Todo se remonta al pasado mes de octubre. La empresa, que cuenta con 30 pastelerías repartidas por la provincia y la ciudad de Barcelona, necesitaba dos personas para cubrir dos puestos: uno, de maestro pastelero (todavía vacante); el otro, para trabajar de cara al público. Con esa finalidad, imprimieron varios carteles y los exhibieron en los ventanales de las tiendas pidiendo eso, un maestro pastelero y dependientas.

Dio la casualidad que, al mismo tiempo que los carteles estaban expuestos, en una de sus pastelerías, en Parets del Vallès, tuvieron una visita de la Inspecció de Treball. Todo se desarrolló con normalidad. Sin embargo, la sorpresa llegaría días después en forma de carta, donde se les notificaba una sanción de 7.500 euros. 

¿El motivo? Una discriminación laboral al “no haberse usado en los anuncios de trabajo presentes en el local un lenguaje inclusivo”, explica Sergio Rodríguez, responsable de comunicación de la empresa.

Sólo queríamos encontrar a una persona, nos da igual hombre o mujer»

Sergio RodriguezResponsable de comunicación de la empresa

Admite que se quedaron de piedra tras leer la misiva. “Lo que hicimos fue utilizar el término de maestro pastelero, que es un oficio para nosotros neutro, porque simplemente queríamos encontrar a una persona, nos da igual hombre o mujer, que tuviera una titulación profesional en pastelería y un bagaje que pudiera demostrar”, subraya. 

“De ahí a hablar de una discriminación en el trabajo o de machismo hay una distancia sideral”, remata. Sobre todo porque asegura que en su obrador, ubicado en Santa Perpètua de Mogoda, el 80% de los trabajadores “son mujeres, repartidas por todas las categorías profesionales, también en puestos de responsabilidad”. Afirma que de los 150 trabajadores que tiene la empresa en total, unos 115 son mujeres. 

Junyent asevera que van a recurrir la sanción
Junyent asevera que van a recurrir la sanción  LV / Xavier Cervera

A su juicio, discriminar no es poner “un cartel en masculino”, sino que se presenten para el puesto una mujer y un hombre “con las mismas condiciones” y se queden “con él solo por el hecho de ser hombre”.

Para la empresa, todo se reduce a un error de interpretación por parte del inspector. En el cartel en el que pedían un trabajador para atender a los clientes, sostiene Rodríguez, escribieron, en catalán, “dependentes” (dependientas) porque de haber puesto “dependents” (dependientes) se habría podido crear un equívoco, entendiendo por dependiente a esa persona que depende de alguien o de alguna cosa.

En 40 años de existencia, la empresa nunca se había encontrado con un caso así, afirman sus responsables
En 40 años de existencia, la empresa nunca se había encontrado con un caso así, afirman sus responsables  LV / Xavier Cervera

Inspecció de Treball sustenta la sanción en el artículo 16 (apartado c) de la Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social de carácter estatal, donde se explicita que supondrá una infracción muy grave “establecer condiciones, mediante la publicidad, difusión (…) que constituyan discriminaciones para el acceso al empleo por motivos de sexo, origen, incluido el racial o étnico…”.

La empresa no solo está preocupada por la cuantía de la multa, sino por la repercusión “a nivel de reputación” que podrían sufrir, algo que por fortuna, aseveran, “no ha ocurrido”. “Gracias a mucho esfuerzo, hemos conseguido que nos galardonaran por el mejor xuixo del mundo, pero ahora estamos teniendo relevancia por este caso de la multa”, lamenta Rodriguez. 

Siempre intentamos hacer las cosas lo mejor posible”

Sergio RodriguezResponsable de comunicación de la empresa

Y eso, continúa, cuando en 40 años no han tenido ni una multa, tampoco ningún proceso de sanidad o de trabajo. “Siempre intentamos hacer las cosas lo mejor posible”.

Lo más coherente, esgrime, es que la Inspecció de Treball se hubiera personado en el obrador para hablar con un interlocutor de la empresa y así «poder ver si la situación que se vive ahí tiene una correlación con lo que ha dicho el inspector que hizo la visita de oficio».

Para pagar la sanción, que van a recurrir, tendrían que vender 3.061 ‘xuixos’

Para pagar la sanción, que van a recurrir, tendrían que vender 3.061 xuixos, que es su «buque insignia y tienen mucho éxito”. “Y hay que tener en cuenta que los hacemos de manera artesanal, uno a uno. Elaboramos unos 800 al día”. 

Entienden, no obstante, que la jurisprudencia está de su parte. “Todos los casos similares al nuestro han acabado archivándose. Podemos tener algún defecto, pero no somos machistas”, concluye Rodríguez.

Fuente: La Vanguardia.

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La empresa recurrirá la “injusta” sanción impuesta por Treball por una oferta de empleo

Por JOSEP FITA.

A Jaume Junyent le cambió la vida en 2020 cuando su pastelería, Pa Artesà del Vallès, ganó el concurso a mejor xuixo del mundo. Explica que sintió un orgullo muy grande que supuso toda una recompensa a 40 años de trabajo. Estos días, sin embargo, anda un poco más alicaído. Y no es para menos. Su empresa ha sido sancionada por Inspecció de Treball de Catalunya con una multa de 7.500 euros por unos anuncios que, a ojos de la administración, son discriminatorios. “Es muy injusto”, lamenta Junyent.

Todo se remonta al pasado mes de octubre. La empresa, que cuenta con 30 pastelerías repartidas por la provincia y la ciudad de Barcelona, necesitaba dos personas para cubrir dos puestos: uno, de maestro pastelero (todavía vacante); el otro, para trabajar de cara al público. Con esa finalidad, imprimieron varios carteles y los exhibieron en los ventanales de las tiendas pidiendo eso, un maestro pastelero y dependientas.

Dio la casualidad que, al mismo tiempo que los carteles estaban expuestos, en una de sus pastelerías, en Parets del Vallès, tuvieron una visita de la Inspecció de Treball. Todo se desarrolló con normalidad. Sin embargo, la sorpresa llegaría días después en forma de carta, donde se les notificaba una sanción de 7.500 euros. 

¿El motivo? Una discriminación laboral al “no haberse usado en los anuncios de trabajo presentes en el local un lenguaje inclusivo”, explica Sergio Rodríguez, responsable de comunicación de la empresa.

Sólo queríamos encontrar a una persona, nos da igual hombre o mujer»

Sergio RodriguezResponsable de comunicación de la empresa

Admite que se quedaron de piedra tras leer la misiva. “Lo que hicimos fue utilizar el término de maestro pastelero, que es un oficio para nosotros neutro, porque simplemente queríamos encontrar a una persona, nos da igual hombre o mujer, que tuviera una titulación profesional en pastelería y un bagaje que pudiera demostrar”, subraya. 

“De ahí a hablar de una discriminación en el trabajo o de machismo hay una distancia sideral”, remata. Sobre todo porque asegura que en su obrador, ubicado en Santa Perpètua de Mogoda, el 80% de los trabajadores “son mujeres, repartidas por todas las categorías profesionales, también en puestos de responsabilidad”. Afirma que de los 150 trabajadores que tiene la empresa en total, unos 115 son mujeres. 

Junyent asevera que van a recurrir la sanción
Junyent asevera que van a recurrir la sanción  LV / Xavier Cervera

A su juicio, discriminar no es poner “un cartel en masculino”, sino que se presenten para el puesto una mujer y un hombre “con las mismas condiciones” y se queden “con él solo por el hecho de ser hombre”.

Para la empresa, todo se reduce a un error de interpretación por parte del inspector. En el cartel en el que pedían un trabajador para atender a los clientes, sostiene Rodríguez, escribieron, en catalán, “dependentes” (dependientas) porque de haber puesto “dependents” (dependientes) se habría podido crear un equívoco, entendiendo por dependiente a esa persona que depende de alguien o de alguna cosa.

En 40 años de existencia, la empresa nunca se había encontrado con un caso así, afirman sus responsables
En 40 años de existencia, la empresa nunca se había encontrado con un caso así, afirman sus responsables  LV / Xavier Cervera

Inspecció de Treball sustenta la sanción en el artículo 16 (apartado c) de la Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social de carácter estatal, donde se explicita que supondrá una infracción muy grave “establecer condiciones, mediante la publicidad, difusión (…) que constituyan discriminaciones para el acceso al empleo por motivos de sexo, origen, incluido el racial o étnico…”.

La empresa no solo está preocupada por la cuantía de la multa, sino por la repercusión “a nivel de reputación” que podrían sufrir, algo que por fortuna, aseveran, “no ha ocurrido”. “Gracias a mucho esfuerzo, hemos conseguido que nos galardonaran por el mejor xuixo del mundo, pero ahora estamos teniendo relevancia por este caso de la multa”, lamenta Rodriguez. 

Siempre intentamos hacer las cosas lo mejor posible”

Sergio RodriguezResponsable de comunicación de la empresa

Y eso, continúa, cuando en 40 años no han tenido ni una multa, tampoco ningún proceso de sanidad o de trabajo. “Siempre intentamos hacer las cosas lo mejor posible”.

Lo más coherente, esgrime, es que la Inspecció de Treball se hubiera personado en el obrador para hablar con un interlocutor de la empresa y así «poder ver si la situación que se vive ahí tiene una correlación con lo que ha dicho el inspector que hizo la visita de oficio».

Para pagar la sanción, que van a recurrir, tendrían que vender 3.061 ‘xuixos’

Para pagar la sanción, que van a recurrir, tendrían que vender 3.061 xuixos, que es su «buque insignia y tienen mucho éxito”. “Y hay que tener en cuenta que los hacemos de manera artesanal, uno a uno. Elaboramos unos 800 al día”. 

Entienden, no obstante, que la jurisprudencia está de su parte. “Todos los casos similares al nuestro han acabado archivándose. Podemos tener algún defecto, pero no somos machistas”, concluye Rodríguez.

Fuente: La Vanguardia.

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