No menu items!

La última milla

Comparte esto:

Por Iván Redondo

La última milla

Todos nos miramos en los espejos, pero solo vemos en ellos los efectos de nuestro tiempo en nosotros, nunca nuestros efectos en los demás. El mensaje se atribuye a la cantante teatral estadounidense Pearl Bailey. Pero podría haber estado escrito por Maquiavelo. En política profesional el espejo es como el sol. Te da mucha luz, incluso calor, pero al político que se exhibe mucho, demasiada luz le ciega, y cuanto más se acerca al espejo, más se quema. Cada época tiene sus circunstancias, sus coordenadas y sus singularidades en forma de espejos.

Los 45 días que ha durado como primera ministra del Reino Unido Liz Truss ilustran este cambio. Su espejo de Margaret Thatcher era de Walt Disney. Y su renuncia envía un mensaje a izquierda y derecha a todos los presidentes en ejercicio: a Truss no la ha tumbado la derecha ni tan siquiera su partido, sino los poderes reales. Tras la pandemia y la guerra en Ucrania se está configurando un orden nuevo, con su lenguaje, sus sintagmas y sus códigos propios. No duras. Desde competir en supervivencia con una lechuga hasta la ironía de Britaly, palabra de moda esta semana en el sistema-mundo. Aquí nada es casualidad. Hay ecos del Mario Monti y el 2011 en todo esto.

Cuando se inicia un nuevo orden, los gobernantes afrontan un dilema sobre quiénes tienen que ser

Los poderes reales vuelven a tumbar gobiernos, moderan a la primera ministra italiana, Georgia Meloni , promueven a Ulf Kristersson como primer ministro de derechas en Suecia con la ultraderecha fuera del Ejecutivo, protegen a Emmanuel Macron de los efectos de las huelgas de la izquierda, están debilitando y mucho a Olaf Scholz en Alemania (tercero ya, ojo, en varios sondeos) y cuidan a António Costa en Portugal como él les cuida. En Brasil están contribuyendo a que Jair Bolsonaro recorte distancias (hoy a cuatro puntos) frente a Lula da Silva . Y la instantánea de la salida a la fuerza del congreso comunista del expresidente chino, Hu Jintao , purgado o indispuesto (no importa), frente a la gélida mirada del actual presidente, Xi Jinping , refuerza aún más sus convicciones: hay que arreglar el caos.

Pensar que lo sucedido en el Reino Unido tiene que ver con la ideología, la fiscalidad y la partida de gasto es un error. Los ingenieros del orden aprendieron la lección del 2008, vuelven más fuertes y no cometerán los mismos errores. Están considerando, como el economista Nouriel Roubini , la hipótesis de que podríamos estar en una crisis mucho peor que en los setenta. Opinan que el escenario de una recesión poco profunda no es verosímil, porque el endeudamiento ya es mayor que en otras crisis. Creen que la recesión será larga. Mientras el pueblo se siente inseguro y demanda certidumbre frente a su espejo. Los pactos ayudan en el juego de espejos.

Sánchez, González y Zapatero, en un acto por los 40 años de la victoria del PSOE
Sánchez, González y Zapatero, en un acto por los 40 años de la victoria del PSOE

Alta inflación, estancamiento económico, tasas de crecimiento del PIB bajas o negativas y nuevos problemas de deuda. Este es el contexto, ¿y la estrategia? Cuando se inicia un nuevo orden, todos los gobernantes afrontan un dilema sobre quiénes tienen que ser: ¿el último de los viejos o el primero de los nuevos? A esa pregunta la denominamos la última milla. Y muchos se muestran incapaces de recorrerla por miedo a definirse y no reconocerse ante el espejo.

Como explicó “Un tal González” el pasado lunes en la sede del PSOE en Ferraz, la última milla es también hacerse cargo del estado de ánimo de los ciudadanos. Mi admirado Sergio del Molino ilustra en su último libro esas decisiones en los últimos metros a través de una recomendación –que recorre toda la obra– del dictador panameño Omar Torrijos a Felipe: “Si te afliges, te aflojan”. Un político de la transición solía contármelo de otra manera: para Moisés la ley es todo, para Marx el dinero lo es todo, para Freud el sexo lo es todo. ¿Y para la política? Todo es relativo… Salvo la determinación… que lo es todo si viene acompañada de conocimiento. No como ese presidente, muy determinado, que fue un día a una librería y preguntó qué tenían de Hemingway: “ El viejo y el mar ”, le contestó el librero. Y el presidente le respondió: “Pues deme el mar”. Los libros también son espejos.

Fuente: La Vanguardia

Comparte esto:

Por Iván Redondo

La última milla

Todos nos miramos en los espejos, pero solo vemos en ellos los efectos de nuestro tiempo en nosotros, nunca nuestros efectos en los demás. El mensaje se atribuye a la cantante teatral estadounidense Pearl Bailey. Pero podría haber estado escrito por Maquiavelo. En política profesional el espejo es como el sol. Te da mucha luz, incluso calor, pero al político que se exhibe mucho, demasiada luz le ciega, y cuanto más se acerca al espejo, más se quema. Cada época tiene sus circunstancias, sus coordenadas y sus singularidades en forma de espejos.

Los 45 días que ha durado como primera ministra del Reino Unido Liz Truss ilustran este cambio. Su espejo de Margaret Thatcher era de Walt Disney. Y su renuncia envía un mensaje a izquierda y derecha a todos los presidentes en ejercicio: a Truss no la ha tumbado la derecha ni tan siquiera su partido, sino los poderes reales. Tras la pandemia y la guerra en Ucrania se está configurando un orden nuevo, con su lenguaje, sus sintagmas y sus códigos propios. No duras. Desde competir en supervivencia con una lechuga hasta la ironía de Britaly, palabra de moda esta semana en el sistema-mundo. Aquí nada es casualidad. Hay ecos del Mario Monti y el 2011 en todo esto.

Cuando se inicia un nuevo orden, los gobernantes afrontan un dilema sobre quiénes tienen que ser

Los poderes reales vuelven a tumbar gobiernos, moderan a la primera ministra italiana, Georgia Meloni , promueven a Ulf Kristersson como primer ministro de derechas en Suecia con la ultraderecha fuera del Ejecutivo, protegen a Emmanuel Macron de los efectos de las huelgas de la izquierda, están debilitando y mucho a Olaf Scholz en Alemania (tercero ya, ojo, en varios sondeos) y cuidan a António Costa en Portugal como él les cuida. En Brasil están contribuyendo a que Jair Bolsonaro recorte distancias (hoy a cuatro puntos) frente a Lula da Silva . Y la instantánea de la salida a la fuerza del congreso comunista del expresidente chino, Hu Jintao , purgado o indispuesto (no importa), frente a la gélida mirada del actual presidente, Xi Jinping , refuerza aún más sus convicciones: hay que arreglar el caos.

Pensar que lo sucedido en el Reino Unido tiene que ver con la ideología, la fiscalidad y la partida de gasto es un error. Los ingenieros del orden aprendieron la lección del 2008, vuelven más fuertes y no cometerán los mismos errores. Están considerando, como el economista Nouriel Roubini , la hipótesis de que podríamos estar en una crisis mucho peor que en los setenta. Opinan que el escenario de una recesión poco profunda no es verosímil, porque el endeudamiento ya es mayor que en otras crisis. Creen que la recesión será larga. Mientras el pueblo se siente inseguro y demanda certidumbre frente a su espejo. Los pactos ayudan en el juego de espejos.

Sánchez, González y Zapatero, en un acto por los 40 años de la victoria del PSOE
Sánchez, González y Zapatero, en un acto por los 40 años de la victoria del PSOE

Alta inflación, estancamiento económico, tasas de crecimiento del PIB bajas o negativas y nuevos problemas de deuda. Este es el contexto, ¿y la estrategia? Cuando se inicia un nuevo orden, todos los gobernantes afrontan un dilema sobre quiénes tienen que ser: ¿el último de los viejos o el primero de los nuevos? A esa pregunta la denominamos la última milla. Y muchos se muestran incapaces de recorrerla por miedo a definirse y no reconocerse ante el espejo.

Como explicó “Un tal González” el pasado lunes en la sede del PSOE en Ferraz, la última milla es también hacerse cargo del estado de ánimo de los ciudadanos. Mi admirado Sergio del Molino ilustra en su último libro esas decisiones en los últimos metros a través de una recomendación –que recorre toda la obra– del dictador panameño Omar Torrijos a Felipe: “Si te afliges, te aflojan”. Un político de la transición solía contármelo de otra manera: para Moisés la ley es todo, para Marx el dinero lo es todo, para Freud el sexo lo es todo. ¿Y para la política? Todo es relativo… Salvo la determinación… que lo es todo si viene acompañada de conocimiento. No como ese presidente, muy determinado, que fue un día a una librería y preguntó qué tenían de Hemingway: “ El viejo y el mar ”, le contestó el librero. Y el presidente le respondió: “Pues deme el mar”. Los libros también son espejos.

Fuente: La Vanguardia

-Publicidad-spot_img

Lo más leído