El banco central de Estados Unidos sitúa el precio del dinero en el rango del 4,75%-5%, pero elimina del comunicado la referencia a más “aumentos sucesivos”
Jerome Powell se jugaba este miércoles parte de su credibilidad en la lucha contra la inflación. El presidente de la Reserva Federal de EE UU ha dejado claro que está dispuesto a provocar una recesión si es necesario para contener los precios, pero esta semana el comité de política monetaria se reunía en plena tormenta financiera provocada por la caída del Silicon Valley Bank. A Powell no le ha temblado el pulso y ha aprobado la novena subida consecutiva de los tipos de interés. Son 0,25 puntos más, hasta situar el precio oficial del dinero en el rango del 4,75%-5%, el más alto desde 2007. Eso sí, deja la puerta abierta a una pausa en las subidas en la próxima reunión.
Powell ha comenzado su comparecencia refiriéndose a las medidas adoptadas para prevenir el contagio de los problemas bancarios. El presidente de la Reserva Federal ha calificado de episodios “aislados” lo ocurrido, pero ha reconocido que si no se resuelven, pueden minar la confianza en los bancos sanos. En diferentes momentos de su intervención, Powell ha insistido en que el sistema financiero es “sólido”, “sano”, “fuerte”, “resistente” y está “bien capitalizado”. Según la Reserva, “es probable que los recientes acontecimientos den lugar a un endurecimiento de las condiciones crediticias para los hogares y las empresas y afecten a la actividad económica, la contratación y la inflación”. “El alcance de estos efectos es incierto”, asegura Powell, que dice que aún es pronto para conocerlo.
En el comunicado del comité ha cambiado la forma en que el banco central se refiere a los próximos movimientos de política monetaria. Antes hablaba de que harían falta “aumentos sucesivos” adicionales de los tipos. Ahora cambia la redacción,lo que parece abrir la puerta a una pausa en las subidas: “El Comité anticipa que podría ser necesario algún endurecimiento adicional de la política monetaria con el fin de alcanzar una orientación de la política monetaria lo suficientemente restrictiva como para que la inflación vuelva a situarse en el 2% con el tiempo”.
El presidente de la Fed ha dicho que las palabras claves son “podría” y “algún”, frente a “aumentos sucesivos” que se daban por seguros. Es decir, Powell esperará a ver las consecuencias de la inestabilidad financiera antes de tomar una decisión sobre los tipos de interés y ha admitido que lo que ha ocurrido puede ser el equivalente a una subida de los tipos. Sí ha aclarado que cuando el comunicado habla de endurecimiento de la política monetaria se está refiriendo específicamente a los tipos y no a otras herramientas. Las Bolsas han reaccionado moderadamente al alza, aunque luego han virado a la baja.
La inestabilidad de los bancos y la fuga de depósitos en algunos de ellos puede endurecer las condiciones crediticias como si fuera otra subida de los tipos de interés. Por eso, el mercado ha empezado a cotizar unos tipos más bajos que antes en lo que resta del año y apuesta incluso por rebajas en el precio oficial del dinero en la segunda mitad de 2023, pese a que las previsiones de los miembros de la Reserva Federal no parezcan por ahora contemplarla y el propio Powell haya dicho que no figuran en su “caso base”.
Como cada trimestre, la Reserva Federal ha actualizado las previsiones de sus miembros sobre la marcha de la economía, el paro y los tipos de interés. Las previsiones de los miembros de la Reserva Federal mantienen que los tipos se situarán a finales de este año en el 5,125%, esto es, en el rango del 5%-5,25%, en 2023, para luego bajar 0,75 puntos en 2024 y 1,25 puntos en 2025. Los miembros del comité prevén para este año un crecimiento muy discreto, del 0,4%, una décima menos que en diciembre, pero crecimiento a fin de cuentas. Esperan que el paro se sitúe en el 4,6% y que la inflación vaya bajando, hasta el 3,6% en el índice que usa el banco central.
La inflación ha cedido en los últimos meses, pero en febrero aún seguía en el 6% (con un 5,5% de inflación subyacente), triplicando el objetivo del 2% con el que la Fed define la estabilidad de precios. En un año, la Reserva Federal ha acometido las subidas de los tipos de interés más agresivas desde comienzos de la década de los ochenta. El ciclo de subidas comenzó en la reunión de marzo del año pasado, con un alza de 25 puntos básicos (0,25 puntos porcentuales). Después vino una subida de 50 puntos básicos, luego cuatro consecutivas de 75 puntos básicos, hasta que la Fed bajó el ritmo con una subida de 50 puntos básicos en diciembre y otra de 25 el 1 de febrero.
Entonces, Powell dijo que harían falta subidas adicionales, y los inversores pensaban que en marzo habría otro aumento similar. Pero como dijo este miércoles, “han sido siete semanas bastante interesantes” desde entonces. El presidente de la Fed compareció a principios de mes ante el Congresoestadounidense y advirtió de que podría volver a acelerar el ritmo tras el espectacular dato de empleo de enero y los signos de que la demanda no se enfriaba. Pero días después de su intervención caía el Silicon Valley Bank. Luego lo hacía el Signature Bank y el contagio se extendía a otros bancos medianos regionales. Por eso empezaron a surgir las dudas sobre si habría o no subida de tipos este miércoles.
En su intervención, Powell ha admitido que en la reunión se había considerado la posibilidad de hacer una pausa en las subidas de tipos, pero ha dejado claro que estaba algo en juego la credibilidad de su lucha contra la inflación ante los datos que se han ido recibiendo sobre la fortaleza de la actividad y las subidas de precios.
El banco central estadounidense puso en marcha medidas extraordinarias de liquidez para luchar contra el contagio de la crisis bancaria. Usar los tipos de interés para combatir la inflación y la liquidez para preservar la estabilidad financiera es el camino que siguió el Banco Central Europeo la semana pasada. Aun así, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha evitado comprometerse a seguir subiendo más los tipos por si la situación se complica.
La Reserva Federal está tratando de lograr un aterrizaje suave de la economía, aunque las turbulencias lo complican. Quiere frenar la demanda lo suficiente para que las presiones inflacionistas se debiliten, pero no tanto como para provocar una recesión en toda regla. Aun así, puestos a elegir, Powell ha dejado claro que su prioridad es la estabilidad de precios y que está dispuesto a provocar la recesión si es necesario para lograrla.
«¿Cómo ha ocurrido esto?»
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, se ha referido en la rueda de prensa a la investigación interna que ha abierto el banco central para averiguar qué falló en la supervisión de Silicon Valley Bank. «¿Cómo ha ocurrido esto? ¿Qué ha ido mal» son las preguntas a contestar, ha dicho. «Me di cuenta enseguida de que iba a hacer falta una revisión», ha añadido, pero ha señalado que es pronto para pronunciarse al respecto. La investigación está siendo dirigida por el vicepresidente de Supervisión.
Por otro lado, Powell ha insistido una y otra vez en que el sistema financiero es sólido y está sano. También ha reiterado el mensaje que ya dio la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, de que el flujo de depósitos se ha ido estabilizando en la última semana, después de unos días de fuerte salida de dinero desde las entidades medianas regionales.
Fuente: El País