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FUNGLODE como acierto político

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Entre las tantas decisiones tomadas por Leonel Fernández durante su dilatada carrera política, pocas han sido tan acertadas como la de crear una fundación/universidad/think tank.

Aquí, lo común ha sido que al abandonar el poder nuestros presidentes reciban de parte de amigos y relacionados (generalmente suplidores directos o indirectos del Estado) donaciones que van desde propiedades diversas hasta financiación de viajes o actividades. (Recordemos que sólo Luis Abinader llegó muy rico a la Presidencia de la República).

En este asunto, Fernández fue un visionario. Cual Peña Gómez de Villa Juana, el profesor “miró más allá de la curva” y solicitó aportes de diferentes tipos para crear una fundación que hoy, a once años de su salida del poder, es el instrumento/cerebro estratégico/ social e intelectual de su carrera política y de su joven partido. Ningún político ni partido alguno de nuestro país dispone de un centro de las características ni el nivel de FUNGLODE.

Mientras cumple su labor a partir de acciones de documentación y/o investigaciones que permiten sustentar propuestas político-electorales, el Plan de Desarrollo RD2044, es un buen ejemplo, al mismo tiempo, FUNGLODE es un faro de enseñanza en diferentes áreas del saber, incluida un área en la que desde inicio de los años ochenta, el profesor es todo un experto. Hablo de comunicación desde la sociología, la política o el derecho. Gran parte de los periodistas dominicanos de “cierta edad” hemos pasado por las aulas de la institución.

El partido Fuerza del Pueblo (FP) no posee por sí mismo el poder de convocatoria necesario para organizar eventos tan exitosos como la reciente entrega del Foro Global, lo que es fácil entender pues las embajadas, los Estados, las universidades y los intelectuales de nombre propio exigen ciertos disimulos. Precisamente para cuidar su buen nombre existen las think tank como FUNGLODE, hijas del siglo XXI que comenzó antes de terminar el XX, cuando cayó el Muro de Berlín.

Hoy, la lucha política se ejerce no solo desde los partidos sino también desde la “sociedad civil” de cada quien.  Por ejemplo: Participación Ciudadana es a la USAID de La Embajada,  lo que representa FUNGLODE para la FP.

PLD y PRM deben mirarse en el espejo de FUNGLODE. No solo se trata de aprender de los errores propios, sino también de los aciertos ajenos; los del profesor Fernández o La Embajada, por ejemplo.

Por: Pablo McKinney

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Entre las tantas decisiones tomadas por Leonel Fernández durante su dilatada carrera política, pocas han sido tan acertadas como la de crear una fundación/universidad/think tank.

Aquí, lo común ha sido que al abandonar el poder nuestros presidentes reciban de parte de amigos y relacionados (generalmente suplidores directos o indirectos del Estado) donaciones que van desde propiedades diversas hasta financiación de viajes o actividades. (Recordemos que sólo Luis Abinader llegó muy rico a la Presidencia de la República).

En este asunto, Fernández fue un visionario. Cual Peña Gómez de Villa Juana, el profesor “miró más allá de la curva” y solicitó aportes de diferentes tipos para crear una fundación que hoy, a once años de su salida del poder, es el instrumento/cerebro estratégico/ social e intelectual de su carrera política y de su joven partido. Ningún político ni partido alguno de nuestro país dispone de un centro de las características ni el nivel de FUNGLODE.

Mientras cumple su labor a partir de acciones de documentación y/o investigaciones que permiten sustentar propuestas político-electorales, el Plan de Desarrollo RD2044, es un buen ejemplo, al mismo tiempo, FUNGLODE es un faro de enseñanza en diferentes áreas del saber, incluida un área en la que desde inicio de los años ochenta, el profesor es todo un experto. Hablo de comunicación desde la sociología, la política o el derecho. Gran parte de los periodistas dominicanos de “cierta edad” hemos pasado por las aulas de la institución.

El partido Fuerza del Pueblo (FP) no posee por sí mismo el poder de convocatoria necesario para organizar eventos tan exitosos como la reciente entrega del Foro Global, lo que es fácil entender pues las embajadas, los Estados, las universidades y los intelectuales de nombre propio exigen ciertos disimulos. Precisamente para cuidar su buen nombre existen las think tank como FUNGLODE, hijas del siglo XXI que comenzó antes de terminar el XX, cuando cayó el Muro de Berlín.

Hoy, la lucha política se ejerce no solo desde los partidos sino también desde la “sociedad civil” de cada quien.  Por ejemplo: Participación Ciudadana es a la USAID de La Embajada,  lo que representa FUNGLODE para la FP.

PLD y PRM deben mirarse en el espejo de FUNGLODE. No solo se trata de aprender de los errores propios, sino también de los aciertos ajenos; los del profesor Fernández o La Embajada, por ejemplo.

Por: Pablo McKinney

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