El 5G permitirá conexiones a internet de más calidad y rapidez, pero, como se explica en el último capítulo del pódcast ‘Todo está conectado’, su potencial y sus beneficios van mucho más allá.
La tecnología 5G se ha convertido en la llave para el próximo gran cambio en conectividad. Su despliegue durante los últimos años ha modificado el marco y ha abierto nuevas (y prometedoras) puertas. Pero limitar lo que esta herramienta puede hacer a ofrecer simplemente conexiones más rápidas a internet supondría correr el riesgo de ser demasiado simplistas: el 5G no solo va a permitir, por ejemplo, visualizar vídeos más rápidamente, sino que creará oportunidades en numerosos ámbitos. Es una revolución transversal que beneficiará a consumidores, empresas y también al planeta.
«El 5G ha llegado como si fuera una nueva tecnología que viene a mejorar lo anterior», apunta Agustín Cárdenas, director de transformación digital de Telefónica España, en el último episodio del podcast de Todo está conectado, que presenta Laura Blanco. «Pero es mucho más que eso: es una solución para hacer realidad lo increíble».
Analizando cómo transformará esta tecnología algunos entornos concretos, se puede comprender de una forma práctica a qué se refiere el directivo cuando habla de lo «increíble». Así, con el 5G, «las smart cities serán mucho más inteligentes», en palabras de Cardenas, porque el despliegue de más sensores –y mejor conectados– posibilitará tomar decisiones en tiempo real y aumentar la eficacia de los servicios públicos y del consumo de recursos. De cara a las empresas, el 5G creará herramientas para responder de forma más rápida y precisa a las necesidades de personalización creciente que cada vez demandan más los consumidores.
El 5G aporta «equidad» en el acceso a los cuidados
Otro de los campos donde resalta el incuestionable potencial del 5G es en el de la medicina. «Nos permite cambiar completamente la formación médica», señala Sara Pedraz, Innovation Lead de GSK, puesto que no es necesario que los asistentes estén de forma presencial en el quirófano en el que se está produciendo el acontecimiento revolucionario con el que van a aprender. Incluso amplía cómo y quién puede recibir tratamiento médico, porque una conexión de más calidad mejora la telemedicina y hasta las capacidades para hacer diagnósticos y operaciones en remoto. Como apunta Pedraz, el 5G aporta «equidad» en el acceso a los cuidados: todos los profesionales sanitarios, sin importar dónde se encuentren, tienen acceso a la innovación en salud que necesitan sus pacientes.
De hecho, la equidad es ya un punto importante a la hora de crear un mundo más sostenible, aunque no es el único progreso que el 5G puede aportar en términos de sostenibilidad. El ejemplo perfecto se encuentra en el proyecto de GSK y Telefónica Empresas, el quirófano 5G, que retransmite cirugías de cánceres ginecológicos desde hospitales españoles acreditados por la Sociedad Europea de Oncología Ginecológica para que otros profesionales médicos puedan aprender de ellos en la distancia.
En términos de emisiones, tan solo con este proyecto se evitaría, según estima la compañía, la emisión de 217 Kg de CO2 asociados a la fabricación y reciclaje del material médico de un solo uso que tendrían que usar los profesionales en formación. Si se suman los ahorros en emisiones de los desplazamientos evitados, la cifra se incrementa hasta las 50 toneladas.
Finalmente, el 5G también tiene el potencial de transformar la industria y las cadenas de producción. De la mano de Telefónica Empresas, Gestamp ha puesto en marcha el concepto de smart factory, una fábrica conectada y flexible, algo clave en la industria, movible y autónoma. Puede responder con rapidez a las necesidades de sus clientes dando respuesta anticipada a las nuevas tendencias del sector y permitiendo una mayor personalización para cada cliente.
Además, otra de las tecnologías que el 5G habilita es el edge computing, lo que va a suponer un nuevo paradigma en la automatización de la Industria.
«El 5G combinado con otras tecnologías nos va a traer mucha eficiencia energética»
«El 5G combinado con otras tecnologías nos va a traer mucha eficiencia energética», indica Pablo de la Puente, CIO de Gestamp. La fábrica conectada es más flexible, más inteligente a la hora de decidir cuánta electricidad necesita y cuándo; además de ser más eficaz a la hora de gestionar qué materiales emplea. Las ventajas se cuentan por decenas, pero se resumen en que las smart factories serán más competitivas y mucho más verdes.
Otro de los elementos que claramente incide en la sostenibilidad es la reducción de los desplazamientos de los trabajadores gracias a la tecnología. Esto no solo afecta a las fábricas, sino a empresas de cualquier sector. Solo en desplazamientos de la plantilla se produce un potencial ahorro de emisiones –algunos cálculos ya apuntan que una persona que teletrabaja 3 días a la semana en España evita emisiones de 880 kg de CO2al año– al tiempo que se abre la puerta a descentralizar el talento, pues las fábricas inteligentes no necesitan que sus trabajadores vivan en la zona en la que están.
Fuente: Ethics