El filósofo surcoreano opina que la invasión de Rusia se puede entender «como un problema filosófico» que confronta los pensamientos conservador-imperialista y liberal.
El filósofo surcoreano Byung-Chul Han (Seúl, 1959) opina que la invasión de Rusia en Ucrania se puede entender «como un problema filosófico», ya que, a su juicio, en ese conflicto están confrontando los pensamientos conservador-imperialista y liberal.
«Putin es uno de los políticos que más filosofía ha leído», ha señalado Han, en un coloquio con periodistas después de su participación en un ciclo de conferencias de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en Santander.
El coreano, autor de ensayos como «La sociedad del cansancio» o «Infocracia», ha puntualizado que el presidente de Rusia lleva años promocionando la filosofía conservadora de autores como Iwan Iljin entre los oficiales rusos para reforzar «la fuerza y la narrativa de la identidad rusa».
Byung-Chul Han, quien ha definido a Putin como un conservador «que se cansó del liberalismo», ha añadido que el líder ruso trata de «transmitir las ideas de estos filósofos» para construir su idea «de la Rusia del futuro».
Por ello, ha considerado que el conflicto puede leerse en términos filosóficos y de ideas, por lo que «seguir dando armas a Ucrania no va a solucionar el problema», en su opinión.
Sobre el liberalismo, Byung-Chul Han ha dicho que «no necesita a la democracia» para sobrevivir y ha puesto como ejemplo de esto a China, donde la economía «está por encima de la libertad».
Sin embargo, el filósofo ha defendido que la alternancia política, aunque perjudique al crecimiento económico es la «fortaleza» y no la «debilidad» de las democracias. «Yo elegiría más democracia y menos crecimiento», ha indicado.En defensa de la siesta
El filósofo coreano ha dedicado su intervención en este ciclo de conferencias de la UIMP a la defensa de «la vida ociosa contemplativa» frente a «la brutal explotación del capitalismo», en la que, según ha defendido, cada persona se «explota a sí misma».
En este sentido, ha destacado las costumbres de la siesta y la fiesta como «el contradiseño católico del protestantismo» de los países del sur de Europa y como elementos contra «la cultura del esfuerzo»imperante en el norte del continente.
Byung-Chul Han, quien ha considerado su estancia en Santander como «una excepción absoluta», ya que «no le gusta viajar», ha apostado por aislarse del trabajo para «pensar» y ha reivindicado la ociosidad «incluso hasta aburrirse».
Aunque ha defendido que con su filosofía no trata de «dar consejos» a la gente, sino de que los lectores comprendan el mundo que les rodea, ha criticado el uso de los teléfonos inteligentes y las redes sociales, ya que en su opinión «roban el tiempo» a las personas.
Han, quien también ha apuntado el efecto positivo de las redes para que la sociedad se organice, ha señalado que «bajo el dominio del smartphone», la revolución es «imposible», ya que las personas tienen «todo tipo de comodidades», por lo que para desarrollar cualquier movimiento contrario al sistema habría que «ofrecer resistencia a aquello que se quiere».
Fuente: Heraldo