Una investigación concluye, ante la falta de estadísticas oficiales, que entre 2016 y 2021 se produjeron 274 agresiones sexuales múltiples. El consumo de pornografía y la estacionalidad tienen relación directa con estos casos.
Cinco adolescentes de entre 15 y 17 años violaron a dos menores de 12 y 13 hace unos días en la localidad valenciana de Burjassot. No es un caso aislado. Este lunes se ha conocido que la Guardia Civil investiga la agresión sexual a una joven de 30 años perpetrada por tres hombres en Almería y que la Policía Nacional ha detenido a cuatro menores de edad acusados de haber violado a una joven de 18 años el pasado viernes en la localidad castellonense de Vila-real. Hace un par de semanas salió a la luz el intento de violación grupal a otra mujer en Málaga, tras el que dos de los tres detenidos ingresaron en prisión.
Durante el año 2021 en España se registraron un total de 2.143 denuncias por el delito de agresión sexual con penetración. Son cerca de seis violaciones al día, o lo que es lo mismo: una cada cuatro horas. Así lo reflejan los datos que el Ministerio de Interior hace públicos en su Balance de Criminalidad. La cifra crece hasta un 34,3% con respecto a 2020, periodo marcado por la pandemia, y un 14,4% en relación con 2019.
Los números evidencian no necesariamente que se den más casos de agresión sexual, si no que se denuncia más. Según el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska, «las activas políticas de concienciación social han provocado una mayor disposición de las víctimas a denunciar estos delitos y a poner sus casos en manos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad». Sin embargo, no hay datos oficiales que concreten las cifras sobre las agresiones sexuales en grupo.
Una investigación hemerográfica del portal GeoViolenciaSexual del observatorio Femenicidio.net concluye que entre 2016 y finales de 2021 en España se produjeron un total de 274 agresiones sexuales múltiples. Según avanza a Público una de las coordinadoras del proyecto, Graciela Atencio, se produjo un pico de violaciones grupales en el año 2019, cuando se contaron hasta 87 casos.
La experta señala que con el fin de las restricciones por la pandemia también está habiendo un aumento de los casos, que se suman ahora al factor estacional: «La mayoría se concentran en los meses de primavera y verano ya que estas agresiones sexuales se cometen en un marco de entretenimiento y ocio, cuando los jóvenes, que son en mayor medida los perpetradores y las víctimas, tienen más tiempo libre».
La mayoría de agresiones sexuales en grupo son llevadas a cabo por hombres jóvenes de entre 25 y 33 años y sin antecedentes policiales. Suelen tener lugar en días festivos o en fin de semana -mayoritariamente los sábados-, por la noche y en la vía pública o un espacio abierto. Además, el modus operandi que se lleva a cabo para lograr una aproximación a la víctima suele ser el engaño, aunque también se utiliza frecuentemente la violencia física o psicológica, según un informe elaborado por el Ministerio de Interior y varias universidades sobre el perfil del agresor sexual con víctima desconocida.
La pornografía y el negacionismo de la violencia machista
En la reproducción de la violencia sexual en la sociedad tiene mucho que ver la pornografía. «Es la inspiración y el ejemplo que toman los jóvenes para llevar a cabo este tipo de delitos, por eso pedimos que los menores no tengan acceso a este tipo de contenidos porque hay un factor de influencia y lo que se aprende a través de la pornografía es violencia sexual», explica Atencio, que considera imprescindible que se tomen medidas en este ámbito para conseguir frenar esta lacra. En la lista de planes para atajar las agresiones sexuales la coordinadora de Femeninicidio.net también destaca la puesta en marcha de protocolos de actuación, prevención y sensibilización en las regiones en las que se celebren fiestas multitudinarias y el control parental a los adolescentes.Atencio: «Algunos jóvenes no son conscientes de que están ejerciendo violencia sexual»
«Algunos jóvenes no son conscientes de que están ejerciendo violencia sexual porque se están naturalizando estos comportamientos en algunos ambientes de juerga y eso entraña un gran riesgo», señala Atencio, que cree que «estamos ante un problema muy serio» en el que las generaciones más jóvenes tienen una reacción patriarcal a la reclamación de libertad sexual por parte de las mujeres. Cabe señalar que el 20% de los jóvenes de entre 15 y 29 años niega la existencia de la violencia de género y cree que es «un invento ideológico», el número de chicos que tienen este pensamiento se ha duplicado desde 2017 coincidiendo con el auge de la extrema derecha en España, que insiste en negar la violencia machista.
Del «no es abuso, es violación» a la ley del ‘solo sí es sí’
Por el momento no existe un registro de estadísticas sobre agresiones sexuales grupales, por lo tanto, es complicado saber a ciencia cierta hasta dónde llegan estos casos. Según la última Macroencuesta sobre Violencia contra la Mujer del Ministerio de Igualdad casi tres millones de mujeres en España han sufrido violencia sexual, sin embargo tan sólo un 8% de la mujeres que la han vivido denuncian, lo que supone que más del 80% de estas agresiones permanecen ocultas y no son perseguidas. Los motivos de las mujeres para no poner en conocimiento de la Justicia estos casos son variados, aunque entre ellos destacan que los hechos sucedieron cuando era menor, la vergüenza y el temor a no ser creída.
En concreto, Atencio señala que hay mujeres que evitan denunciar parar no pasar por el mismo calvario judicial al que se enfrentó la víctima de La Manada. Se trata de un caso que marcó un antes y un después tras la sentencia de la Audiencia Provincial de Navarra y confirmada por Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) que revocó después el Tribunal Supremo, cuando reconoció que la agresión sexual a una joven en la noche del 7 de julio de 2016 en Pamplona fue una violación y no un caso de abusos sexuales.
De hecho, el tipo penal de abuso sexual se eliminará del Código Penal con la entrada en vigor de la ley del solo sí es sí y en su lugar sólo existirá el delito de agresión sexual, es decir, el de violación. Con esta medida se pone el consentimiento en el centro, por lo que las víctimas ya no tendrán que acreditar que se han resistido o que ha habido violencia y también se impondrán agravantes a las agresiones grupales. La norma finalizará previsiblemente este jueves su andadura en el Congreso de los Diputados después de que fuera aprobada el pasado mes de julio en el Consejo de Ministros.
Fuente: Público