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Lula apela al voto útil e intenta atraer a los indecisos en la recta final para las elecciones de Brasil

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La encuesta más reciente le da 17 puntos de ventaja sobre el presidente Bolsonaro a seis días de la primera vuelta

Es probable que ningún otro brasileño conozca mejor la dinámica y los ritmos de las campañas electorales que Luiz Inácio Lula da Silva. Esta es la sexta a la que concurre desde su primera derrota, hace más de 40 años. Lula encara esta recta final para las elecciones del próximo domingo —primera vuelta— con un frenesí de mítines en las plazas con más electores y llamamientos al voto útil para echar sin demora a Jair Bolsonaro de la cúpula del poder. El discurso de odio ha calado lo suficiente para que por tercera vez desde que empezó la campaña, un seguidor del presidente haya matado a un partidario de Lula; fue el sábado, a cuchilladas, en un bar de una ciudad del estado de Ceará, según informa un diario local. 

Cuenta el periódico que el agresor irrumpió muy agitado en un local de Cascavel (Ceará) el sábado por la noche dando voces: “Quién aquí es elector de Lula?”, preguntó a los parroquianos. Y a uno que respondió “yo” lo apuñaló. La víctima murió por las heridas y la policía ha confirmado que la agresión fue fruto de una discusión política. Es el tercer ataque mortal de esta campaña, en las tres ocasiones ella agresor era bolsonarista y el fallecido, lulista. Este mismo lunes se ha conocido otra muerte a cuchilladas en un bar en el sur de Brasil, en Santa Catarina. Un hombre con una camiseta del presidente ha sido acuchillado por un hombre conocido en la zona por su afinidad al Partido de los Trabajadores de Lula. La policía investiga si el motivo es político o un asunto familiar, informa Folha de S.Paulo.

Reflejo de la tensión que reina también es que ambos favoritos usen chaleco antibalas en sus mítines, el hostigamiento a algunos candidatos y a los encuestadores en un clima marcado por una polarización extrema y el cuestionamiento por parte del presidente de las encuestas. Los bolsonaristas están convencidos de que los sondeos mienten para impedir la reelección del ultraderechista.

Lula llega a la primera vuelta con la tranquilidad que da haber liderado desde el primer día la carrera, según las encuestas. Bolsonaro siempre ha estado en segundo lugar aunque ha ido recortando las distancias. La más reciente coloca al ultraderechista con un 31% frente al 48% del izquierdista. Pero el izquierdista es perro viejo y sabe que nada está ganado, ni siquiera en el último minuto. Y además, se ve tan cerca del 50% de los votos válidos que ha apretado el acelerador en un intento de evitar una segunda vuelta. Es una probabilidad que casi ningún sondeo pronostica más allá del margen de errir, pero con la que sueña el candidato del Partido de los Trabajadores.

Una de las características de esta elección es que la inmensa mayoría de los votantes ya tiene decidido su candidato desde hace mucho. O con Lula, o con Bolsonaro. Los que prefieren opciones más al centro izquierda, como Ciro Gomes, o al centro derecha, como Simone Tebet, junto a los indecisos suman como el 15%. Por eso Lula está pidiendo a sus votantes convencidos que hagan trabajo de hormiguita durante los próximos seis días, que conversen e intenten convencer a cada uno de los indecisos que se crucen en el camino. En paralelo ha lanzado una durísima ofensiva para atráerse los votos de Gomes, al que los seguidores de Lula acusan de estar beneficiando a Bolsonaro con sus ataques frontales a los favoritos.

Las llamadas al voto útil le han sentado francamente mal a Gomes, del PDT. Con aire de misterio, Gomes, este veterano que concurre por cuarta vez a la Presidencia, anunció que este lunes haría un anuncio a la nación. Y, pese a que las encuestas lo colocan tercero con un 6% de los votos, este lunes en su discurso retransmitido por redes ha cerrado la puerta a una retirada temprana de su candidatura. Además, ha denunciado ser objeto de una “violenta campaña de intimidación, mentiras y operaciones de destrucción de imagen” para forzarlo a apartarse y dejar el camino libre a Lula. La semana pasada, un grupo de intelectuales y políticos latinoamericanos de izquierda divulgó una carta en la que le solicitaban que se retirara para facilitar la derrota de Bolsonaro. El cantante Caetano Veloso, histórico seguidor de Gomes, ha dicho que votará a Lula en primera vuelta.

Con todo, el candidato del centro izquierda insiste en mantener abierta una tercera vía entre Bolsonaro y Lula, de quien fue ministro tres años. En los últimos días, Gomes ha endurecido las críticas a su antiguo jefe y lo ha llegado a acusar de ser responsable del auge de la ultraderecha. “Bolsonaro no existiría si no fuese por la grave crisis económica y moral de los Gobiernos del PT”, ha dicho este lunes. La dureza del tono le ha valido críticas de miembros de su propio partido que no ven con malos ojos una aproximación con Lula, vistos los malos presagios de las encuestas.

Lula tiene este martes una cena con un amplio grupo de empresarios, pero la última cita crucial en la agenda de los candidatos antes de que abran las urnas será el jueves por la noche, cuando se midan en un debate organizado por el canal Globo. Lula y Bolsonaro intentarán sentenciar la carrera en ese último cara a cara, pero por delante quedarán tres días en los que la desinformación en redes podría hacer estragos en esos pocos brasileños que no están convencido de por quién votar.

Fuente: El País

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La encuesta más reciente le da 17 puntos de ventaja sobre el presidente Bolsonaro a seis días de la primera vuelta

Es probable que ningún otro brasileño conozca mejor la dinámica y los ritmos de las campañas electorales que Luiz Inácio Lula da Silva. Esta es la sexta a la que concurre desde su primera derrota, hace más de 40 años. Lula encara esta recta final para las elecciones del próximo domingo —primera vuelta— con un frenesí de mítines en las plazas con más electores y llamamientos al voto útil para echar sin demora a Jair Bolsonaro de la cúpula del poder. El discurso de odio ha calado lo suficiente para que por tercera vez desde que empezó la campaña, un seguidor del presidente haya matado a un partidario de Lula; fue el sábado, a cuchilladas, en un bar de una ciudad del estado de Ceará, según informa un diario local. 

Cuenta el periódico que el agresor irrumpió muy agitado en un local de Cascavel (Ceará) el sábado por la noche dando voces: “Quién aquí es elector de Lula?”, preguntó a los parroquianos. Y a uno que respondió “yo” lo apuñaló. La víctima murió por las heridas y la policía ha confirmado que la agresión fue fruto de una discusión política. Es el tercer ataque mortal de esta campaña, en las tres ocasiones ella agresor era bolsonarista y el fallecido, lulista. Este mismo lunes se ha conocido otra muerte a cuchilladas en un bar en el sur de Brasil, en Santa Catarina. Un hombre con una camiseta del presidente ha sido acuchillado por un hombre conocido en la zona por su afinidad al Partido de los Trabajadores de Lula. La policía investiga si el motivo es político o un asunto familiar, informa Folha de S.Paulo.

Reflejo de la tensión que reina también es que ambos favoritos usen chaleco antibalas en sus mítines, el hostigamiento a algunos candidatos y a los encuestadores en un clima marcado por una polarización extrema y el cuestionamiento por parte del presidente de las encuestas. Los bolsonaristas están convencidos de que los sondeos mienten para impedir la reelección del ultraderechista.

Lula llega a la primera vuelta con la tranquilidad que da haber liderado desde el primer día la carrera, según las encuestas. Bolsonaro siempre ha estado en segundo lugar aunque ha ido recortando las distancias. La más reciente coloca al ultraderechista con un 31% frente al 48% del izquierdista. Pero el izquierdista es perro viejo y sabe que nada está ganado, ni siquiera en el último minuto. Y además, se ve tan cerca del 50% de los votos válidos que ha apretado el acelerador en un intento de evitar una segunda vuelta. Es una probabilidad que casi ningún sondeo pronostica más allá del margen de errir, pero con la que sueña el candidato del Partido de los Trabajadores.

Una de las características de esta elección es que la inmensa mayoría de los votantes ya tiene decidido su candidato desde hace mucho. O con Lula, o con Bolsonaro. Los que prefieren opciones más al centro izquierda, como Ciro Gomes, o al centro derecha, como Simone Tebet, junto a los indecisos suman como el 15%. Por eso Lula está pidiendo a sus votantes convencidos que hagan trabajo de hormiguita durante los próximos seis días, que conversen e intenten convencer a cada uno de los indecisos que se crucen en el camino. En paralelo ha lanzado una durísima ofensiva para atráerse los votos de Gomes, al que los seguidores de Lula acusan de estar beneficiando a Bolsonaro con sus ataques frontales a los favoritos.

Las llamadas al voto útil le han sentado francamente mal a Gomes, del PDT. Con aire de misterio, Gomes, este veterano que concurre por cuarta vez a la Presidencia, anunció que este lunes haría un anuncio a la nación. Y, pese a que las encuestas lo colocan tercero con un 6% de los votos, este lunes en su discurso retransmitido por redes ha cerrado la puerta a una retirada temprana de su candidatura. Además, ha denunciado ser objeto de una “violenta campaña de intimidación, mentiras y operaciones de destrucción de imagen” para forzarlo a apartarse y dejar el camino libre a Lula. La semana pasada, un grupo de intelectuales y políticos latinoamericanos de izquierda divulgó una carta en la que le solicitaban que se retirara para facilitar la derrota de Bolsonaro. El cantante Caetano Veloso, histórico seguidor de Gomes, ha dicho que votará a Lula en primera vuelta.

Con todo, el candidato del centro izquierda insiste en mantener abierta una tercera vía entre Bolsonaro y Lula, de quien fue ministro tres años. En los últimos días, Gomes ha endurecido las críticas a su antiguo jefe y lo ha llegado a acusar de ser responsable del auge de la ultraderecha. “Bolsonaro no existiría si no fuese por la grave crisis económica y moral de los Gobiernos del PT”, ha dicho este lunes. La dureza del tono le ha valido críticas de miembros de su propio partido que no ven con malos ojos una aproximación con Lula, vistos los malos presagios de las encuestas.

Lula tiene este martes una cena con un amplio grupo de empresarios, pero la última cita crucial en la agenda de los candidatos antes de que abran las urnas será el jueves por la noche, cuando se midan en un debate organizado por el canal Globo. Lula y Bolsonaro intentarán sentenciar la carrera en ese último cara a cara, pero por delante quedarán tres días en los que la desinformación en redes podría hacer estragos en esos pocos brasileños que no están convencido de por quién votar.

Fuente: El País

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