Los parados suben en 3.230, con la afiliación perdiendo 7.000 empleos, lejos del ritmo normal
Julio suele ser un mes en el que el paro baja y la afiliación sube con fuerza. Este año, ni una ni la otra. El desempleo ha subido en el séptimo mes por primera vez desde el 2008, con 3.230 parados más, y se pierden 7.400 empleos, primer descenso desde el 2002, cuando arranca la serie. La incertidumbre y el fin de las clases -con 115.000 afiliados perdidos- pesan en los datos, se reconoce desde el Ejecutivo. Sindicatos y patronal han coincidido en que son malos y que las expectativas son iguales.
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Las cifras reveladas este martes por el Gobierno plasman los temores de ralentización que ya se advirtieron tras la última EPA hace unos días, incluidos los de la propia ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que avanzaba que desde mediados de julio la contratación se ralentizaba. «No es la primera vez que sube ligeramente el paro en un mes de julio. El incremento en esta ocasión ha sido significativo a partir de la mitad del mes, en gran parte debido a la incertidumbre internacional», se constata en la nota de los datos publicada por el Ministerio de Trabajo. «Es un toque de atención, hay que subir la guardia. Constituye la posibilidad de que la incertidumbre y la crisis económica, con la inflación a la cabeza, puedan trasladarse al mercado del trabajo», dijo Joaquín Pérez Rey, secretario de Estado de Empleo, al presentar las estadísticas. Lo ve en todo caso más preparado y fuerte para aguantar el golpe que en crisis anteriores. «Es un comportamiento inhabitual, datos preocupantes que anticipan una desaceleración preocupante del empleo», lanzan desde la patronal CEOE.
Más de 115.000 empleos perdidos en educación y 50.000 en agricultura
El frenazo se ve al detalle en los datos de afiliación: del 1 de julio al 14 apenas hubo solo dos días con caída del empleo; del 15 al 29 fueron siete. El último registrado se cerró con 76.381 empleos perdidos. También se ve en el ritmo de creación de empleo: sube un 3,82% interanual, por el 4,4% y 5% previos. «Se confirma la ralentización en el empleo, en la economía», planteaba en una valoración de los datos Javier Blasco, director de Adecco Group Institute.
Se cuentan 20,34 millones de afiliados medios tras perderse 7.366 empleos. Algo que no se había visto nunca en la serie histórica. «Es un dato enormemente llamativo, ni siquiera en los peores meses de la crisis hemos visto un descenso. Es claramente diferencial», valora Valentín Bote, director de Randstad Research. «Ya vemos un cambio de tendencia, se empieza a atisbar una desaceleración que va a ser más intensa a partir de otoño», señala.
Las caídas se dan sobre todo en educación (115.528 empleos menos por los contratos temporales hechos para cubrir el curso escolar) y agricultura (con 51.500 afiliados menos en el régimen agrario), «que pueden estar vinculados a factores de naturaleza transitoria o a factores meteorológicos (el fuerte calor)», se afirma desde el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social.
En el caso de la educación, se atribuye a que no se ha beneficiado aún de la reforma laboral, que apuesta por contratos indefinidos, y a «las contrataciones de refuerzo vinculadas a la pandemia a principio de curso», dijo Borja Suárez, secretario de Estado de Seguridad Social. AMPLIAREl empleo cae en julio por primera vez Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones
El resto aguanta, aunque con crecimientos muy desiguales. Se crea empleo sobre todo en actividades sanitarias y servicios sociales (51.500 empleos), en comercio (casi 40.000) o en hostelería (23.000), menos que en el año previo. «Los sectores que tendrían que haber impulsado el empleo, como hostelería o comercio, se han moderado. Y los que habitualmente pierden empleados en julio, como educación, lo han hecho más de lo normal. Esto explica que en su conjunto el dato haya sido malo», argumenta Bote.
Los autónomos, de su parte, pierden 10.400 afiliados, de nuevo con la educación como la más damnificada, con 4.500 trabajadores por cuenta propia menos. «Son pésimos datos que presagian unos próximos meses muy complicados. El 2022 va a ser el primer año, tras una década, en que se pierdan autónomos», ha asegurado Lorenzo Amor, presidente de ATA, que ha pedido apoyos a empresas y autónomos para mantener el empleo en un entorno complicado. En la CEOE repiten el mensaje y piden «redoblar esfuerzos en flexibilidad, contener la inflación, la presión fiscal y moderar el coste laboral».
Por autonomías, las que más sufren son Madrid, con 21.000 empleos menos, y Andalucía, con 20.000. En el lado contrario, crece en Baleares, con 13.900, y Catalunya, con 13.300, por el tirón de la temporada estival. También sobresale Galicia, con 9.700. «Catalunya enfrenta mejor que otros las incertidumbres económicas que desde hace tiempo nos están afectando», aseguró el secretario de Treball, Enric Vinaixa.
Cifras
Se firman 100.000 contratos menos y los indefinidos caen tres puntos (41%)En total, en España se cuentan 2.883.812 parados. En julio sube sobre todo en el sector de educación, por el fin de las clases, con 23.700 parados más. También, en menor medida, en construcción (976) y agricultura (825). Solo escapa la industria, con 1.909 parados menos. Por autonomías, crece sobre todo en Catalunya (3.310, sobre todo en ocio y educación en Barcelona, según la Generalitat), Castilla-La Mancha (2.705) y Comunidad de Madrid (2.432). En el lado contrario, baja en ocho, con Comunidad Valenciana (2.937 parados menos) y Andalucía (2.263 menos) a la cabeza.
«Se trata de un dato malo, sin embargo en un contexto muy positivo», según Pérez Rey, atribuyendo el incremento a la inflación, la guerra, la energía más cara y la incertidumbre internacional. «El mercado del trabajo no puede permanecer ajeno, inmune, blindado, frente al contexto económico mundial», insistió.
Pese a todo, algunas tendencias se consolidan, como el peso de los contratos indefinidos. De los 1,66 millones firmados en julio, el 41% fueron indefinidos, ocho veces más que en el 2019. Pero son unos 113.000 contratos menos que el mes previo y los indefinidos caen tres puntos. El resultado es que la contratación indefinida se reduce el 12,5%. «Están creciendo más los contratos temporales que los indefinidos», comentan desde Adecco.
Desde los sindicatos han pedido aumentar los salarios para paliar el efecto de la subida de precios. «Es un dato malo. Las familias están reduciendo su consumo porque están perdiendo poder adquisitivo», se destaca desde CC.OO. «Es necesario actuar protegiendo la capacidad adquisitiva de las familias. Los salarios deben adaptarse urgentemente al alza de los precios, repartiendo de manera justa los costes del proceso inflacionista», coinciden en UGT.
Fuente: La Vanguardia